El sistema inmunológico juega un papel fundamental en la defensa del cuerpo contra infecciones, virus y bacterias. Durante el verano, aunque el clima es más cálido, los cambios de temperatura y la exposición a diversos factores pueden debilitar nuestras defensas. Mantener un sistema inmunológico fuerte es esencial para evitar enfermedades comunes, como resfriados y otras infecciones.
Una forma importante de fortalecer el sistema inmunológico es a través de la alimentación. Durante el verano, se recomienda aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitamina C, como frutas cítricas, pimientos rojos y kiwi, ya que esta vitamina es clave para la producción de glóbulos blancos que combaten las infecciones. Además, los alimentos ricos en vitamina D, como los pescados grasos, los huevos y los lácteos fortificados, son esenciales para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
No debemos olvidar el papel del agua en la hidratación del cuerpo. Beber suficientes líquidos ayuda a eliminar toxinas y mantener las células del sistema inmunológico funcionando correctamente. El agua de coco, jugos naturales e infusiones de hierbas son opciones excelentes para mantenerse hidratado.
Por último, no subestimes el impacto de un buen descanso y ejercicio regular. Dormir entre 7 y 9 horas al día permite que el cuerpo recupere y regenere sus defensas. Por otro lado, el ejercicio moderado aumenta la circulación sanguínea y mejora la respuesta inmune.