Durante el verano, los días largos y las altas temperaturas pueden alterar los patrones de sueño y afectar la calidad del descanso. Sin embargo, es crucial mantener una rutina de descanso adecuada para recargar energías y disfrutar plenamente de la temporada.
Es importante mantener un ambiente fresco y oscuro para dormir. Si las temperaturas son altas, utiliza ventiladores o aire acondicionado para enfriar el cuarto. Además, es recomendable evitar el consumo de cafeína o bebidas energéticas por la tarde para no afectar la calidad del sueño.
El descanso adecuado también favorece la recuperación muscular después de las actividades al aire libre. Dormir entre 7 y 9 horas por noche permite que el cuerpo se recupere, optimizando el rendimiento durante el día.