En verano, la exposición al sol y el aumento de las actividades al aire libre pueden afectar el equilibrio de nutrientes en el cuerpo. A pesar de que una dieta saludable es esencial para mantener el bienestar general, los suplementos vitamínicos pueden ser una excelente opción para complementar la ingesta de nutrientes y mantener el cuerpo en su mejor forma.
La vitamina D, por ejemplo, es esencial para la salud ósea, y aunque la exposición al sol ayuda a producirla, algunas personas pueden necesitar suplementos, especialmente si viven en áreas con menos sol o pasan mucho tiempo bajo techo. La vitamina C, que se encuentra en frutas y verduras, también es importante para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir resfriados.
Además, durante el calor del verano, el cuerpo pierde electrolitos debido al sudor, por lo que los suplementos de magnesio y potasio pueden ser beneficiosos para prevenir calambres musculares y mantener un nivel adecuado de hidratación.