La exposición prolongada a los rayos ultravioleta (UV) del sol no solo afecta a la piel, sino también a los ojos. En el verano, especialmente en Chile, donde las temperaturas suben considerablemente, es esencial tomar precauciones para proteger la vista de los daños causados por la radiación solar.
Una de las mejores formas de proteger los ojos es usando gafas de sol con protección UV. No todas las gafas de sol ofrecen la misma protección, por lo que es importante elegir un par que bloquee al menos el 99% de los rayos UVA y UVB. Las gafas con lentes grandes o envolventes ofrecen una mejor protección, ya que cubren más áreas alrededor de los ojos.
Además de las gafas de sol, es recomendable evitar la exposición al sol directo en las horas de mayor intensidad, entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m. Si tienes que estar al aire libre durante estas horas, busca la sombra o usa un sombrero de ala ancha para reducir la cantidad de luz solar que llega a tus ojos.
El uso de lágrimas artificiales también puede ser útil para prevenir la sequedad ocular causada por la exposición al viento y al sol. Recuerda visitar a un especialista si sientes molestias en los ojos o si notas que tienes visión borrosa.